guapo, cariñoso, simpático, inteligente, un prodigio en la cama y un amigo fuera de ella. no grita nunca, no se enfada si alguien intenta flirtear con nosotros, no controla nuestras entradas y salidas, esta siempre disponible cuando se le llama, responde el teléfono con una voz dulce y modulada, no repara en nuestras estrías y celulitis, y si las ve, eso no le impide que nos tire varias veces al día, no le importa si hacemos más dinero que el que incluso parece orgulloso de ello, bebe poco y no se pone agresivo ni gritón cuando lo hace, no intenta levantar cualquier cosa con falda que se le ponga a tiro, escucha con paciencia los problemas y no intenta minimizarlos con sermones paternalistas, no se propone resolverlos con grandes soluciones que demuestren su superioridad intelectual, se limita a escuchar y a apoyar, ya que eso es exactamente lo que se espera de el, no fuma, es vegetariano y va regularmente al gimnasio, tiene el vientre liso y los abdominales bien formados, los brazos torneados...
....ese es david (hasta lindo nombre tiene)
todos queremos un david....
solo hay un problema: david es un personaje en un cuento, dentro de un libro, es producto de la imaginación de lucía etxebarria, y solo sobrevive unas cuantas páginas... así que... por ello no me queda más que concluir que prodigios así no existen más que en nuestros sueños o en las páginas de un libro